Corre, corre que te pinto.
Comenzamos la gimkahana del tiznote, para que esta tradición que es de nuestra tierra, no se pierda, y siga pasando de una generación a otra.
Así terminamos todos, pintados, de negro, por los tiznotes, como manda la tradición.
Nos comimos las migas, un año más la Asociación de Amas de Casa y la de Pensionistas, nos ayudaron a su preparación, sin su ayuda, no se hubiera conseguido.
ESTE FUE EL ULTIMO REGORRIDO DE LA SARDINA.
Lloraba, hasta batman, el entierro de la sardina.
El entierro de nuestra sardinita.
Avelino y Pepa, fueron llevados a la hoguera por los más pequeños.
Por primera vez, no se quemaron en la plaza. Pero se quemaron.
Este año, nuestros novios, Avelino y Pepa, junto a la sardina, terminaron quemandose, como manda la tradición.
esperando para saltar la hoguera, los jóvenes estaban impacientes.
Nos comimos a las sardinas, con los dulces de postre y todo lo que recogimos, el viernes de carnaval, buen final para estos carnavales.
Corre, corre que te pinto.
Comenzamos la gimkahana del tiznote, para que esta tradición que es de nuestra tierra, no se pierda, y siga pasando de una generación a otra.
Así terminamos todos, pintados, de negro, por los tiznotes, como manda la tradición.
Nos comimos las migas, un año más la Asociación de Amas de Casa y la de Pensionistas, nos ayudaron a su preparación, sin su ayuda, no se hubiera conseguido.
ESTE FUE EL ULTIMO REGORRIDO DE LA SARDINA.
Lloraba, hasta batman, el entierro de la sardina.
El entierro de nuestra sardinita.
Avelino y Pepa, fueron llevados a la hoguera por los más pequeños.
Por primera vez, no se quemaron en la plaza. Pero se quemaron.
Este año, nuestros novios, Avelino y Pepa, junto a la sardina, terminaron quemandose, como manda la tradición.
esperando para saltar la hoguera, los jóvenes estaban impacientes.
Nos comimos a las sardinas, con los dulces de postre y todo lo que recogimos, el viernes de carnaval, buen final para estos carnavales.
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